Acceso garantizado a agua desalinizada para consumo humano, pecuario y riego, disponible durante todo el año y sin depender de lluvias o acuíferos sobreexplotados.
Estabilidad hídrica que permite planificar ciclos agrícolas con certeza y operar corrales de engorda, establos o criaderos con total seguridad sanitaria.
Ahorro en costos logísticos, al eliminar la necesidad de transportar agua desde otros puntos o perforar pozos costosos e insostenibles.
Agua de calidad controlada, libre de contaminantes y apta para cultivos de exportación y producción animal con estándares internacionales.
En ARBA, creemos que el acceso al agua no debe ser un privilegio, sino un derecho básico para vivir, producir y crecer. Nuestro principal objetivo es llevar agua a donde hoy no la hay, y asegurar su disponibilidad continua para las generaciones futuras.
Buscamos transformar la relación de Baja California Sur con el agua, pasando de la escasez y la incertidumbre, a la autosuficiencia hídrica, a través de tecnología, innovación y voluntad colectiva.
Producimos agua potable a partir del mar, utilizando procesos de desalación energéticamente eficientes y ambientalmente responsables, desalamos para vivir, pero también para producir, asegurando el abasto tanto para el consumo humano como para el campo, la industria y la ganadería.
La planta desaladora de ARBA está diseñada con tecnología modular y flexible que permite producir diferentes tipos de agua según la necesidad urbana, sus comunidades y las necesidades del sistema agroindustrial. Esto maximiza la eficiencia del recurso y multiplica su impacto en todos los sectores de la región.
1. Agua potable de uso humano
Abasto directo a comunidades rurales y urbanas.
Sistemas municipales de distribución.
Escuelas, centros de salud y espacios públicos.
Abasto de emergencia en delegaciones con crisis hídrica.
2. Agua agrícola
Riego por goteo, aspersión o gravedad en cultivos de hortalizas, forrajes, frutales y granos.
Cultivos tecnificados de exportación.
Reducción del uso de agua de pozo o superficial.
3. Agua para uso pecuario
Corrales de engorda.
Establos lecheros.
Granjas porcinas y avícolas.
Limpieza y operación de instalaciones ganaderas.
4. Agua para procesos industriales y agroindustriales
Rastro TIF, planta empacadora, sistemas de enfriamiento.
Lavado de vegetales, cámaras frías y procesamiento.
5. Agua residual tratada (reuso)
Riego de áreas verdes o zonas forestales.
Limpieza de calles, patios o zonas no críticas.
Usos industriales no sensibles.
Esta diversificación del uso del agua permite que el proyecto ARBA se convierta en una fuente confiable, eficiente y sostenible para el desarrollo productivo en todos los niveles.
Llevaremos el agua a comunidades rurales, zonas agrícolas, centros productivos y viviendas donde antes había pozos secos, pipas costosas o redes colapsadas.
No desperdiciaremos el agua ni lo que queda de ella: aprovechamos cada litro y reutilizamos los residuos salinos como materia prima para minerales y fertilizantes, cultivos especializados y bioproductos.
Queremos que en Baja California Sur nunca más falte agua. Ni para beber, ni para sembrar, ni para crecer.